En 1575 Miguel de Cervantes, junto a su hermano Rodrigo y en la galera SOL regresan a España despues de haber permanecido durante seis años sinviendo en el Ejército. Cuando se encontraban a la mitad del camino, el barco en que viajaba es asaltado por una flota pirata comandada por un turco llamado Arnaute Mami. Miguel de Cervantes es conducido a Argel y lo adjudican como esclavo a un corsario de poca monta, llamado Dali Mami. Cervantes era portador en ese momento de varias cartas, entre ellas unas de recomendación que le había entregado Don Juan de Austria en premio al valor que Cervantes había mostrado en Lepanto. Este hecho hizo creer a sus captores que se trataba de un prisionero importante y deciden fijar un rescate de 500 escudos, una cantidad, a todas luces, imposible para su familia. Es aquí donde Cervantes comienza la etapa más movidita de su vida. Intentó, sin conseguirlo nunca, escapar de sus captores en cuatro ocasiones poniendo en grave riesgo su vida; conoció a muchas personas importantes, vivió con piratas, prisioneros, renegados y toda clase de gente de la peor calaña.
Al fin y tras cinco largos años, los padres trinitarios pagan el rescate, en gran parte reunido por su familia y Cervantes, finalmente, queda libre viajando a España con la idea metida en el alma, de dedicarse a escribir. El resto de la historia de Cervantes es la del escritor. Yo creo que de no haber pasado por tales experiencias y aventuras, tal vez no se dedicaría a escribir.
En Argel se convirtió en el mayor defensor de la libertad. El resto de la historia, se la contaré en un próximo encuentro.
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